Crisis empresariales: El caso Facebook
- Andrea del Valle
- 14 abr 2020
- 2 Min. de lectura
La crisis de Facebook y las supuestas filtraciones de datos tuvo gran repercusión en los medios, convirtiéndose en una información casi imprescindible en los telediarios de todas las cadenas. Además de esto, también tuvo gran repercusión en la propia empresa, que no es más que una red social, y, por lo tanto, su objetivo es crear conexiones a partir de datos e información.
En cuanto a las respuestas y comunicados, el escándalo fue tal que Mark Zuckerberg, presidente ejecutivo de la empresa, se reunión con los líderes del Parlamento Europeo para responder a sus preguntas acerca de la filtración de los datos de los usuarios a una consultora política. Estas respuestas vienen acompañadas de disculpas por parte del empresario y afirma lo siguiente: “Creo profundamente en lo que estamos haciendo. Y cuando abordamos estos desafíos, sé que miraremos atrás y veremos el ayudar a personas a conectarse y dar voz a más gente como una fuerza positiva aquí en Europa y en todo el mundo”.
Ante las críticas de los medios y el movimiento generado para abandonar la plataforma, Facebook emite un comunicado que comienza de la siguiente forma: “My focus for the last couple of years has been understanding and addressing the biggest challenges facing Facebook.”
La red siguió con una actividad normal por lo que los mensajes por este medio no variaron, pero sí que hubo cambios considerables. Tras el escándalo de Cambridge Analytica, cambia la composición de la cúpula directiva.
El mensaje emitido por Facebook era de unidad y positividad, pero a la vez de disculpa y arrepentimiento. Las responsabilidades nunca quedaron claras, ya que nadie asumía los hechos de manera contundente y directa. Por su parte, el mensaje de los medios era, dependiendo del canal, crítico u, en la medida de lo posible, objetivo.
En cuanto a las repercusiones, la reacción de los usuarios no fue positiva. Muchos de ellos cerraron sus cuentas, aunque al ser una empresa tan grande es difícil saber si supone pérdidas significativas para la compañía. De hecho, la realidad es que los datos afirman que los usuarios no paran de crecer. Aunque el escándalo fue sonoro, parece ser que los usuarios ya lo han olvidado a día de hoy, a pesar de desconocer el tratamiento que reciben sus datos actualmente. Además de esto, Facebook tuvo que hacer frente a una penalización de 5.000 millones de dólares aprobada por Estados Unidos.
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