Las claves de la comunicación: Discurso de Martin Luther King
- Andrea del Valle
- 16 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Para que se produzca una comunicación efectiva y eficaz, el comunicador o informador debe ser consciente de los elementos clave que han de darse. Se debe de comunicar de forma clara, directa y sencilla, y siempre teniendo en cuenta el público al que nos dirigimos. Además de esto, el mensaje debe contener frases clave, resumir la idea en pocas palabras y ser conciso.
A lo largo de la historia, grandes oradores han creado discursos, transmitiéndoselos al público. Algunos de ellos se han convertido en un icono, de manera que pasan los años y siguen estando en todas las bocas. El discurso por excelencia en el que todo el mundo piensa al hablar en estos términos es el de Martin Luther King por la igualdad de derechos civiles en Estados Unidos.
Martin Luther King supo muy bien cómo conectar con la gente, y tuvo muy claro todas estas claves. Es por esto que el 28 de agosto de 1963 hizo historia con su discurso. Con estructuras repetitivas, enfatiza el mensaje y crea conciencia y emoción en el oyente con frases como estas: “But one hundred years later, the Negro still is not free. One hundred years later, the life of the Negro is still sadly crippled by the manacles of segregation and the chains of discrimination.”
El vocabulario que utiliza destaca los adjetivos, creando más emotividad. En un discurso de estas características, los políticos y oradores suelen apelar a los sentimientos para que el mensaje cale. El ejemplo en este caso es: “I have a dream that one day even the state of Mississippi, a state sweltering with the heat of injustice, sweltering with the heat of oppression, will be transformed into an oasis of freedom and justice.”
Para terminar de dar puntos clave sobre el famoso discurso, no podemos pasar por alto su frase más icónica: “I have a dream”. De esta manera continua conectando con el oyente, y hablando en primera persona desde sus propios sentimientos, genera una mayor empatía: “I have a dream that my four little children will one day live in a nation where they will not be judged by the color of their skin but by the content of their character. I have a dream today.”
Este es el vídeo.
También se deben tener en cuenta las barreras que pueden impedir una buena comunicación. Estas pueden ser tres: físicas, intelectuales y psicológicas. Las barreras físicas consisten en una mala percepción sensorial, como oír o ver mal. En cuanto a las barreras intelectuales, el problema no es no escuchar, sino no entender el mensaje. Por último, nos encontramos con las barreras psicológicas. Este es el ejemplo más frecuente en discursos como el que estamos analizando o todo el relacionado con ideales políticos: Es imposible que el mensaje cale en alguien que va con la idea previa de desaprobación. Si el oyente escucha con rechazo, realmente no está tratando de entenderlo, sino de ponerlo a prueba y cuestionarlo.
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