The Washington Post: Reducción de cuotas de suscripción y repercusiones en la información
- Andrea del Valle
- 25 abr 2020
- 2 Min. de lectura
Los medios tratan de adaptarse a la realidad que viven y a la situación por la que pasa la información. Respondiendo a esto, uno de los diarios más icónicos del que ya hemos hablado en anteriores artículos, The Washington Post, baja notablemente las cuotas de suscripción para acceder a sus publicaciones online.
El objetivo de este artículo no es cuestionar la situación financiera del medio en cuestión, sino hacer una pequeña reflexión sobre la información online. ¿Es la misma la calidad de información en un medio gratuito que en uno de pago? ¿Podrá mantener el Washington Post la calidad y el ritmo de sus publicaciones?
Gracias a internet y las redes sociales, los emisores son tantos como los receptores. Cualquiera puede crear información. El auge del periodismo ciudadano hace que los medios consagrados vean amenazada su posición por toda esta nueva competencia que antes no existía. Esto empieza a hacer que los usuarios se cuestionen por qué pagar por información cuando se puede conseguir de manera gratuita.
Desde mi punto de vista, veo necesario que esto se regule, además de valorar a los medios que llevan décadas haciendo información de calidad y cubriendo acontecimientos históricos. El renombre que tienen estos periódicos y diarios, y las garantías que ofrecen de veracidad y contraste, no es el mismo que podemos esperar de un usuario anónimo de Twitter o un blog en internet.
¿Cómo repercute la bajada de ingresos en estos medios? No es difícil de averiguar. Las redacciones se reducen. Son menos los editores, redactores y periodistas que trabajar en estas publicaciones. Menos personas deben tratar de cubrir las mismas necesidades, por lo que es muy probable que la calidad de los contenidos descienda.
Por otra parte, al haber menos puestos en la plantilla, se exige a los profesionales que sean resolutivos y controlen más áreas de las que antes se exigían. A diferencia de lo que ocurría antes, ahora un redactor también debe saber editar vídeo, audio, e imágenes, además de saber sobre maquetación y sobre el uso de una cámara.
The Washington Post se ve afectado por estas nuevas condiciones mediáticas y por el avance de las tecnologías con el surgimiento de internet, pero no es el único. Debemos estar atentos del avance de la situación y de la adaptación de los medios de comunicación, debido a la importancia del derecho a la información.
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