Unos presupuestos sociales

El Gobierno de coalición de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias propone unos fondos que ayudan a los más necesitados

Los presupuestos aprobados por el Consejo de Ministros dejan claro desde la primera página sus pretensiones y objetivos prioritarios: dedicar más dinero e inversión a los más vulnerables, con el fin de ayudar al trabajador y ciudadano de a pie. Es fácil detectar que esta es la prioridad desde un inicio, ya que la inversión social asciende un 10,3% frente a las cuentas anteriores.

Pedro Sánchez se pronuncia una vez más contra la misoginia. Según epdata, 36 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en lo que va de año. Es evidente que es necesaria una mayor inversión para ayudar a las víctimas. Los presupuestos responden a esta necesidad incrementando la prevención integral de la violencia de género un 44%.

El proyecto también responde a una de las mayores preocupaciones de la ciudadanía en la situación actual: el apoyo a la sanidad primaria. Los sindicatos denuncian no contar con suficientes profesionales en Madrid. Cada uno atiende a una media de 80 pacientes al día. La aprobación de los presupuestos supondría 3.064 millones destinados a mejorar la situación.

Datos como el incremento de los mayores de 65 años en la población española también se tienen en cuenta. Según el INE, en 2019 este colectivo representaba el 19,4% de la población total del país. Por esto, se destinarán más recursos para la dependencia, con un incremento del 34,4% y la mayor financiación de la historia. Las cifras no dejan lugar a la duda: el Gobierno trata de dar la mano a los más necesitados.

Aunque los presupuestos hayan recibido muchas críticas y se haya repetido mucho la frase ‘no es oro todo lo que reduce’, se agradece que los beneficios no solo vayan a los que más tienen y que el Gobierno asuma de vez en cuando el papel de Robin Hood. El hecho de que asciendan los impuestos únicamente para las rentas más altas y se trate de beneficiar al que menos tiene da algo de aire a pequeñas empresas ahogadas en facturas.

El manejo de la economía y la toma de decisiones de tal calibre siempre tendrá críticas, pero por una vez, ¿por qué no centrarnos en lo positivo? Este año más que nunca, es lo que más puede ayudar.